¿Qué hacer cuando un niño rechaza los menús del comedor?
09-03-2025
En muchos colegios, uno de los desafíos más comunes para educadores y familias es cuando un niño rechaza los menús del comedor escolar. Esta situación no solo genera preocupación sobre su nutrición, sino que también puede afectar su bienestar emocional y su rutina diaria.
Desde Catering Alcalà, entendemos que cada niño es único y que comer no solo es una necesidad fisiológica, sino también una experiencia social, cultural y emocional. Por eso, en este artículo compartimos consejos prácticos para afrontar el rechazo a los menús escolares, mejorar la relación del niño con la comida y fomentar hábitos alimentarios saludables.
Algunos niños más pequeños o con alta sensibilidad pueden sentirse inseguros frente a nuevas comidas, entornos o incluso ante la figura del monitor de comedor.
Hay niños que desde casa están acostumbrados a sabores, texturas o platos muy concretos y muestran resistencia al cambio.
En ocasiones, el rechazo se debe a dificultades sensoriales o físicas, como disfagia leve, hipersensibilidad oral o simplemente hábitos poco desarrollados.
El entorno también influye: si un amigo no come o critica la comida, el niño puede imitarlo. También puede rechazar la comida como forma de expresar emociones.
Además, en Catering Alcalà ofrecemos menús adaptados y escuchamos de forma activa las sugerencias de las familias.
En casa, se puede hablar sobre el menú del día siguiente, mirar fotos de los platos, comentar los ingredientes... Esto le ayuda a anticiparse y genera una actitud más positiva.
Consejo práctico: Crea un mural del menú semanal en casa y marca los platos favoritos del niño.
Si rechaza un alimento en el comedor, intenta introducirlo poco a poco en casa, sin presionar. A veces necesita hasta 10 o más exposiciones para aceptarlo.
Ejemplo: Si rechaza el brócoli, comienza por ofrecérselo en puré, luego al vapor en trozos pequeños, acompañado de salsa o queso.
Permitir que el niño se sirva solo (aunque sea en casa) o que tenga pequeñas responsabilidades en el proceso (poner la mesa, elegir la fruta del día) mejora su relación con la comida.
El rechazo no debe ser motivo de regañinas. En lugar de decir “si no comes, te quedas sin postre”, puedes decir “hoy no te ha gustado, mañana probamos otra cosa”.
El comedor escolar debe ser un espacio amable. Un ambiente tranquilo, con tiempos adecuados para comer y monitores que acompañen sin obligar, favorece una actitud positiva.
Una estrategia útil es permitir que el niño pruebe una pequeña cantidad de un nuevo alimento sin obligación de terminarlo. Este enfoque suele generar más apertura que servir un plato completo.
Los niños responden mejor cuando conocen qué esperar. Repetir horarios, asignar asientos fijos y anunciar con tiempo los cambios en el menú reduce el rechazo.
Un contacto fluido entre educadores, monitores, nutricionistas y familias ayuda a identificar soluciones adaptadas. En Catering Alcalà creemos en la colaboración continua como base de un comedor exitoso.
Si el rechazo se mantiene durante varias semanas o genera un impacto notable en la salud o el ánimo del niño, es recomendable consultar a:
El rechazo a los menús escolares es una situación habitual, pero no irreversible. Es clave tratarla con empatía, paciencia y estrategia, siempre en colaboración entre familias, educadores y el equipo de cocina.
En Catering Alcalà, diseñamos nuestros menús pensando en la aceptación infantil, la nutrición equilibrada y la inclusión alimentaria. Nuestro compromiso es crear experiencias alimentarias positivas que acompañen el crecimiento de cada niño.
Desde Catering Alcalà, entendemos que cada niño es único y que comer no solo es una necesidad fisiológica, sino también una experiencia social, cultural y emocional. Por eso, en este artículo compartimos consejos prácticos para afrontar el rechazo a los menús escolares, mejorar la relación del niño con la comida y fomentar hábitos alimentarios saludables.
¿Por qué algunos niños rechazan los menús del comedor?
El primer paso es comprender el motivo del rechazo. Existen diversas razones, y conocerlas permite actuar con empatía y eficacia:
1. Cambios en la rutina o miedo a lo desconocido
Algunos niños más pequeños o con alta sensibilidad pueden sentirse inseguros frente a nuevas comidas, entornos o incluso ante la figura del monitor de comedor.
2. Preferencias alimentarias muy marcadas
Hay niños que desde casa están acostumbrados a sabores, texturas o platos muy concretos y muestran resistencia al cambio.
3. Problemas de textura o masticación
En ocasiones, el rechazo se debe a dificultades sensoriales o físicas, como disfagia leve, hipersensibilidad oral o simplemente hábitos poco desarrollados.
4. Influencia social o emocional
El entorno también influye: si un amigo no come o critica la comida, el niño puede imitarlo. También puede rechazar la comida como forma de expresar emociones.
Consejos prácticos para familias
1. Comunicación activa con el centro y el servicio de catering
Es fundamental informar al colegio de cualquier preferencia, intolerancia o dificultad alimentaria. Muchas veces, pequeñas adaptaciones en el menú pueden marcar una gran diferencia.Además, en Catering Alcalà ofrecemos menús adaptados y escuchamos de forma activa las sugerencias de las familias.
2. Involucra al niño en la experiencia alimentaria
En casa, se puede hablar sobre el menú del día siguiente, mirar fotos de los platos, comentar los ingredientes... Esto le ayuda a anticiparse y genera una actitud más positiva.Consejo práctico: Crea un mural del menú semanal en casa y marca los platos favoritos del niño.
3. Fomenta la exposición progresiva
Si rechaza un alimento en el comedor, intenta introducirlo poco a poco en casa, sin presionar. A veces necesita hasta 10 o más exposiciones para aceptarlo.Ejemplo: Si rechaza el brócoli, comienza por ofrecérselo en puré, luego al vapor en trozos pequeños, acompañado de salsa o queso.
4. Refuerza la autonomía alimentaria
Permitir que el niño se sirva solo (aunque sea en casa) o que tenga pequeñas responsabilidades en el proceso (poner la mesa, elegir la fruta del día) mejora su relación con la comida.
5. Valida sus emociones y evita castigos
El rechazo no debe ser motivo de regañinas. En lugar de decir “si no comes, te quedas sin postre”, puedes decir “hoy no te ha gustado, mañana probamos otra cosa”.
Consejos para educadores y monitores de comedor
1. Observar con empatía y sin juzgar
Es importante entender si el niño come poco o no come nada, si el rechazo es hacia un grupo de alimentos o hacia todo el menú, y si se relaciona con otros factores (ansiedad, timidez…).
2. Fomentar un ambiente relajado y sin presión
El comedor escolar debe ser un espacio amable. Un ambiente tranquilo, con tiempos adecuados para comer y monitores que acompañen sin obligar, favorece una actitud positiva.
3. Introducir el “plato de prueba”
Una estrategia útil es permitir que el niño pruebe una pequeña cantidad de un nuevo alimento sin obligación de terminarlo. Este enfoque suele generar más apertura que servir un plato completo.
4. Crear rutinas y anticipar cambios
Los niños responden mejor cuando conocen qué esperar. Repetir horarios, asignar asientos fijos y anunciar con tiempo los cambios en el menú reduce el rechazo.
5. Trabajar en equipo con las familias y el catering
Un contacto fluido entre educadores, monitores, nutricionistas y familias ayuda a identificar soluciones adaptadas. En Catering Alcalà creemos en la colaboración continua como base de un comedor exitoso.
¿Cuándo es momento de consultar a un profesional?
Si el rechazo se mantiene durante varias semanas o genera un impacto notable en la salud o el ánimo del niño, es recomendable consultar a:- Un pediatra, para descartar causas físicas.
- Un psicólogo infantil, si hay implicaciones emocionales.
- Un dietista-nutricionista especializado en infancia, para guiar el proceso de aceptación alimentaria.
Nuestros consejos
En Catering Alcalà hemos visto cómo adaptaciones sencillas pueden revertir el rechazo alimentario:- Un niño que no quería probar la fruta comenzó a comerla cuando se le ofreció en brochetas divertidas.
- Otro alumno con aversión al pescado aceptó una versión en croquetas caseras sin olor fuerte.
- Gracias a la colaboración con una madre, ajustamos la textura de las verduras para un niño con hipersensibilidad oral, logrando que empezara a comerlas.
Comer bien también se aprende
El rechazo a los menús escolares es una situación habitual, pero no irreversible. Es clave tratarla con empatía, paciencia y estrategia, siempre en colaboración entre familias, educadores y el equipo de cocina.En Catering Alcalà, diseñamos nuestros menús pensando en la aceptación infantil, la nutrición equilibrada y la inclusión alimentaria. Nuestro compromiso es crear experiencias alimentarias positivas que acompañen el crecimiento de cada niño.